La CES se aplica mediante electrodos tipo clip colocados en los lóbulos de las orejas, desde donde se transmite una microcorriente hacia el cerebro. El protocolo habitual sugiere dos sesiones diarias de 20 a 60 minutos durante las primeras dos semanas, luego reduciendo a una sesión cada dos días, según la necesidad. Esta corriente estimula regiones cerebrales como el tronco encefálico, tálamo, hipotálamo y sistema límbico, activando la producción de neurotransmisores que regulan el estado de ánimo y el sueño. Estudios muestran efectos fisiológicos medibles en tan solo 20 minutos, como el aumento de serotonina y la mejora en patrones de ondas cerebrales.